El programa FIFA 11+ fue desarrollado con el objetivo de prevenir lesiones y optimizar el rendimiento de los futbolistas mediante una combinación equilibrada de ejercicios cardiovasculares, neuromusculares y de control corporal. Sin embargo, su efectividad para generar cambios inmediatos en estructuras como músculos, tendones y articulaciones de la rodilla ha sido objeto de debate en el ámbito científico.
Un estudio reciente analizó los efectos agudos del FIFA 11+ como calentamiento previo a la práctica deportiva, evaluando parámetros funcionales, fisiológicos y mecánicos en un grupo de 45 jugadores recreacionales de fútbol, tanto hombres como mujeres. Las mediciones se realizaron antes y después de completar el protocolo, registrando variables como actividad electromiográfica, saturación muscular, contracción voluntaria máxima, velocidad de desarrollo de fuerza y propiedades mecánicas de músculos y tendones.
Los resultados mostraron que, de forma general, el programa no provocó cambios significativos en las propiedades mecánicas ni en la fuerza, con efectos considerados triviales en la mayoría de los parámetros evaluados. La única mejora destacable fue un aumento moderado de la saturación muscular en los hombres, lo que indica una ligera mejora en la oxigenación del tejido muscular durante el calentamiento. En el caso de las mujeres, se observó un cambio aislado en la activación del bíceps femoral, aunque sin relevancia práctica clara.
Estos hallazgos sugieren que, aunque el FIFA 11+ mantiene su valor como herramienta global de prevención y preparación a medio y largo plazo, su capacidad para inducir adaptaciones agudas en la rodilla es limitada. Para lograr un efecto inmediato más relevante en la activación neuromuscular y la preparación mecánica, sería recomendable complementarlo con ejercicios más dinámicos, intensos o específicos, adaptados a las necesidades del deporte y del deportista.
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